El Padre Perfecto

Cuando vine al mundo Tu estabas allí, Tu me mantuviste a salvo de camino a mi hogar, no te conocía entonces pero Tú ya sabías quién yo era y el tipo de persona que iba a ser. Te aseguraste que hubieran personas a mi alrededor para cuidar de mí, Me cachaste cada vez que caí he hiciste de mi caída una menos dolorosa.

Me ví forzada a crecer más rápido que los demás, la mayor parte del tiempo aprendiendo las cosas de la manera difícil, la soledad era acompañante. Muchas veces te cuestioné sobre mi vida y por qué tuve que sufrir tanto y sentirme tan infelíz, estaba perdida caminando por un largo trecho con panoramas borrosos, tratando de mirar hacia atrás buscando respuestas a mis preguntas pero todo lo que encontraba eran vagas memorias de mi pasado. No sabía a dónde ir o qué buscar a quien admirar pero todo el tiempo Tú estuviste allí, esperando por mí, que te buscara, te pasé por el lado y no te ví.

Corrí a través de la vida con mis ojos cubiertos, algunas veces terminando donde había comenzado y cayendo en el suelo sintiendo las espinas enterrandose en mi corazón, busqué en todas partes y me pregunté dónde estabas pero nunca te encontré, estaba buscando en los lugares equivocados, desde lejos Tú me observabas. Trataste de mostrarme una manera más fácil pero no me permití verlo, trataste de decirme por dónde ir pero no te escuché, colocaste personas en mi vida con un propósito pero las ignore, me enviaste señales con mensajes importantes, pero yo estaba mirando hacia el otro lado, las dejé pasar. Sentí un gran vacío dentro de mí y lloré noche tras noche muchas veces sin saber por qué.

Un día en el lugar menos esperado Te encontré, Señor, en mi corazón. Tú haz borrado de mí las lágrimas y enjuagado con ellas mi alma, me ayudaste a aclarar mi mente y me hiciste entender la simplicidad de la vida y aún asi la perfección de la misma, y por primera vez mi vista ya no estaba borrosa, las espinas se fueron desvaneciendo una por una, poco a poco las fuiste sacando todas de mi corazón. Por primera vez cerré mis ojos y pude ver el camino y comenzé a andar en un trecho firme, no había rocas en mi paso, una vista colorida rodeada el lugar entero y no podia dejar de sonreir, me convertí en una persona con más fortaleza, encontré la felicidad.

Ahora estoy confidente de que fuiste Tú quien no permitió que me derrumbara, que todas esas noches obscuras y solitarias Tú estuviste allí cuidándome, que no importa cuanto me alejé de Ti Tú nunca te olvidaste de mí.

Tú siempre me haz respetado; te preocupas por mí, eres estricto y firme pero aún puedes ser sutil y comprensivo, Tú eres fiel.

Te doy gracias por todo lo que tengo, por todo lo que he conquistado en la vida, por todas las experiencias por las que he pasado, ellas me han hecho la persona que soy. Ahora sé una manera más fácil, ahora sé por dónde ir, ahora tengo a quién admirar.

Tú eres mi fortaleza, Tú estas en mis pensamientos a donde quiera que voy, Tú eres todo lo que yo necesito…..

Tú eres el Padre Perfecto…… Amén

Sandra Falcón

Live your life today, tomorrow may be too late.