
Es increíble cómo cambia la vida, antes siempre me veía sola, con personajes imaginarios producto de mi infantil mente, solo la figura paterna presente en mi hogar, sin embargo, así era mi vida, "normal". Ahora que comparto mis sentimientos, mis preocupaciones, mis alegrías, mi todo con él, me aterra el hecho de poder quedarme sola.
El es para mí todo lo que tengo, mi razón de ser, el motivo de mi felicidad, y así será hasta que la muerte nos separe.
Ahora todo es tan diferente, más aún que este pequeño ser viene a nuestras vidas, es asombroso la perfección de esta creación, cómo algo que comienza siendo tan insignificante puede después llenar tanto de amor al corazón.
Cómo será mi vida? Qué nuevos rumbos tomará? Trato de imaginarla, no puedo dejar de pensar en ella, en esa criatura que ya siento que amo, que vive dentro de mí.
Es en estos momentos que más pienso en ti, Mamá. Dónde estarás, qué cosas pasaban por tu mente cuando yo estaba dentro de ti. Por qué me dejaste ir? Aún recuerdo tu voz aquel día al otro lado del teléfono, tus palabras, entonces yo era tan solo una niña.
Ahora ya soy toda una mujer, con una familia, una familia con la que soñaba mucho tiempo atrás. Este es el regalo más grande que me ha podido dar Dios, ese Ente que por ratos olvido que existe, mientras que El no se ha olvidado de mi colocando a estas personas en mi vida. Dándome esa felicidad que tanto buscaba.
No importa lo que suceda, yo les daré a mi amado esposo y a mis hijos todo de mi, toda mi vida, todo aquello que no recibí, respeto y amor sincero.
By Sandra Falcón (1998)
No comments:
Post a Comment